Crecí rodeada de un paisaje de vides en una región donde, antiguamente, mis abuelos tenían más a mano el vino que el agua. La vendimia anual era, para mi familia, un acontecimiento ineludible en el que todos teníamos que arrimar el hombro para recoger los frutos de nuestras viñas de bobal, garnacha, tempranillo, cencibel y algo de moscatel.
El caso es que, sin ser experta en la materia, el mundo del vino no es nuevo para mí. Disfruto con una copa de buen vino ya sea tinto, blanco, rosado, espumoso, seco, semidulce… Tengo mis bodegas y variedades preferidas pero siempre me gusta conocer nuevos vinos. Mi último descubrimiento ha sido el K5 Argiñano Txakolina, que he podido probar gracias a una campaña de Blog on Brands, en la que resulté elegida para probar el vino y publicar mi opinión en este blog.

Probando el K5 Argiñano Txakolina
Se trata de un vino monovarietal elaborado con una variedad autóctona del País Vasco: Hondarribi Zuri. Es el primer vino que pruebo de esta variedad, así que no puedo comparar con otros competidores directos, pero sin duda este vino se ha colocado entre los primeros puestos de mi lista de preferidos.
Es un vino brillante, de intensidad media, freco y con volumen en boca. No tiene el punto dulce de otros vinos blancos a los que estoy acostumbrada, por lo que me sorprendió un poco con el primer sorbo, pero en seguida descubrí unos matices que hacen que este no sea un vino blanco cualquiera. Y es que no se trata de un blanco ligero, sino que tiene cuerpo, presencia y un sabor muy característico, nuevo para mí quizás debido a la variedad de uva.
Marina bien con mariscos, pescados, sushi y carnes blancas. Yo probé con el sushi y la combinación es muy recomendable. En mi opinión, no es un vino del todo adecuado para aperitivos (como a veces pasa con otros blancos), sino más apropiado para los platos principales.

Un vino con nombre y apellidos
Muchos os estaréis haciendo la misma pregunta que me hice yo: «¿Lo de Argiñano tiene que ver con el cocinero de la tele?» Pues sí, Karlos Argiñano forma parte del equipo que produce este vino y es posible que le hayáis oído hablar de él en alguno de sus programas, como podéis ver en este vídeo.
La bodega en la que se elabora el vino está en el municipio de Aia. Es un edificio realmente peculiar, un diseño de los arquitectos Alonso & Balaguer que destaca entre el paisaje de viñedos. Echadle un vistazo a las fotos de la web de K5 Argiñano Txakolina.
Dónde comprar K5 Argiñano Txakolina
La única pega que le encuentro a este vino es que es un poco caro, uno de esos caprichos que uno solo puede permitirse de vez en cuando. Vamos, ¡que me reservo la segunda botella del envío como oro en paño! 😉
Si quieres hacerte con uno de estos tesoros y sorprender a tus invitados, puedes comprar el K5 Argiñano online en El Corte Inglés (12,88€/botella), Hermeteus (70,80€/caja de 6 botellas) o en Hogar Útil (76,90€/caja de 6 botellas).
Para finalizar, os dejo este vídeo que he encontrado en la página de Facebook de K5 Argiñano Txakolina donde podéis ver el proceso de embotellado del vino, en este caso para un envío a EEUU: