Viajar a Canadá y no visitar alguno de sus parques naturales es un pecado imperdonable. Los parques naturales de Canadá son el paraíso de los amantes de la naturaleza y de los deportes al aire libre. Para quienes buscan un parque natural cerca de Toronto, Algonquin Park, el parque natural más antiguo de Canadá, es la elección perfecta.
La highway 60 cruza Algonquin Park de este a oeste durante un trayecto de 56 kilómetros que constituye la única vía de acceso a las atracciones del parque. A ambos lados de la carretera se suceden los senderos, los accesos a los lagos y a los centros de interpretación y los caminos que conducen a las zonas de acampada.
Como ya expliqué en Lo que debes saber sobre los parques naturales de Canadá, todos los parques naturales del país tienen el acceso limitado y es necesario pagar una tarifa por entrar. Las condiciones y precios pueden variar pero, en todos los casos, a la entrada por carretera encontrarás un control (como las habituales taquillas de las autopistas) donde deberás parar para comprar tu pase o mostrar el que ya tengas. Este pase lo tienes que dejar en un lugar visible de tu vehículo y te permite aparcar en los lugares habilitados.
Algonquin Park es un parque provincial, por tanto no está incluído en la red de Parks Canada. Esto significa que el pase anual que emite esta entidad no es válido en Algonquin y es necesario adquirir un ticket específico cuyo coste aproximado es de 17 $ por día y vehículo. Te recomiendo que consultes las tarifas actualizadas en la web de Algonquin Park.
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Actividades en Algonquin Park
Dependiendo de la época del año podrás practicar senderismo, BTT, ski, pesca (sólo con licencia), avistamiento de animales… Dentro del parque hay, al menos, tres puntos donde podrás alquilar el material necesario para realizar la actividad que elijas: en Lake Opeongo Store, cerca de la entrada este, en Two Rivers Store, entre el kilómetro 30 y 35, en The Portage Store, cerca de la entrada oeste, y Brent Store, al norte del lago Cedar.
Nosotros no pudimos resistirnos a la canoa (el alquier una canoa durante toda una mañana nos costó 37 $ + tasas, además de 2,50 $ por el alquiler del chaleco salvavidas, obligatorio) y la bici (35 $ por persona + tasas durante 4 horas). La mayoría de los lagos permiten la navegación en canoa o en pequeños barcos y para rodar con la bicicleta hay dos rutas ciclistas: Old Railway Bike Trail, de 16 kilómetros, y Minnesing, que enlaza varios caminos circulares de hasta 24 kilómetros. Esta última ruta sólo permanece abierta durante los meses de verano.
Una alternativa que no implica coste adicional es el senderismo. Los senderos interpretativos (marcados en rosa en el mapa) no implican dificultad ninguna y van desde los 2 km, el más corto, a los 11 km, el más largo. Fíjate bien porque a la entrada de cada sendero suele haber un casillero de madera con folletos explicativos de la ruta. Coge uno para ir leyendo la explicación de cada punto a medida que avanzas en el sendero, pero recuerda devolverlo a la salida. Tienes la opción de quedártelo, si quieres, pagando un pequeño «fee» que deberás dejar en la caja junto a los folletos. (Nadie vigilará si pagas o no pero, no seas cutre, no los robes).
Y si estás cansado de andar, pedalear o remar, acércate al centro de visitantes, al centro de arte o al museo de los leñadores para conocer más sobre la historia de Algonquin Park.
Alojarse en Algonquin Park
Muchos canadienses aprovechan el verano para hacer camping y Algonquin Park es uno de sus destinos favoritos. Hay varias zonas de acampada para tiendas y/o caravanas acondicionadas con baños, duchas, fuentes de agua potable, etc. Si optas por hacer camping ten en cuenta que hay que reservar con antelación, ya que las plazas son limitadas y se agotan pronto.
Algunas zonas de acampada son accesibles con vehículo pero otras se encuentran en zonas a las que sólo es posible llegar por el agua. Aunque puede parecer toda una aventura (y en cierto modo lo es), para la mayoría de los canadienses moverse en bote o en canoa es de lo más habitual, por lo que verás a muchas parejas, o incluso familias, cargando todas sus mochilas en sus pequeñas embarcaciones y dirigiéndose a remo a sus zonas de camping en Algonquin. Si optas por esta opción tendrás que alquilar una o varias canoas para todos los días de tu estancia y prever muy bien todo tu equipaje, pues deberás transportar toda tu comida, agua y todo el equipamiento necesario para unos días de auténtico camping en plena naturaleza.
Para la mayoría de los turistas extranjeros la acampada en tienda implica demasiados trastornos: facturar la tienda, cargar con un equipaje demasiado pesado… Una alternativa a la tienda de campaña son las cabañas en el bosque, las típicas «cabin» con las que sueña todo canadiense. En Algonquin tienen las que llaman Ranger Cabins, cabañas de madera muy básicas, sin electricidad ni agua corriente, pero accesibles con vehículo. No sólo son una opción interesante para no tener que cargar con la tienda en el avión, sino que que se encuentran ubicadas en lugares recónditos del parque, alejadas del circuito más turístico, por lo que pueden ser una opción de alojamiento atractiva para los que busquen desconectar.
Ahora bien, si buscas la máxima comidad, lo tuyo son los resorts. Hoteles con ambiente rústico pero donde no te faltará de nada. Las opciones son: Arowhon Pines Resort, cerca de la entrada oeste, Bartlett Lodge, junto al museo de arte, y Killarney Lodge, el más céntrico del parque.
En cualquier caso, alojarse dentro del parque Algonquin no es la opción más económica. Una alternativa muy recomendable, especialmente en temporada alta, es alojarse en alguna población cercana a alguna de las entradas del parque. Hay muchos moteles y casas particulares que alquilan habitación a través de AirBnB. Nosotros estuvimos en esta casa, Algonquins Edge Retreat, en Whitney, a sólo 6km de la entrada este de Algonquin Park.
Algunas recomendaciones
Durante tu vista a cualquier parque de Canadá comprobarás de inmediato que todos están muy bien conservados, no hay basura en los bosques, las aguas de los ríos y lagos son cristalinas y la mayoría de los visitantes son educados y respetuosos. Es un placer disfrutar de la naturaleza en esas condiciones pero, para conseguirlo, todos debemos seguir las normas del parque.
Además de las normas más habituales de conducta (no dejar basura, no hacer ruido, respetar la fauna y la flora…), hay algunos consejos que conviene tener en cuenta y que no son tan evidentes para muchos turistas. Por ejemplo:
- Está prohibido el alcohol en todas las áeras públicas, lo cual incluye espacios como las playas, caminos o lagos.
- Sólo los visitantes que estén registrados como campistas (es decir, que se alojen dentro del parque) pueden permanecer dentro del parque después de las 22:00 h. Si sólo tienes un pase de día tendrás que salir de Algonquin antes de esa hora.
- Es peligroso dejar comida o restos de basura orgánica fuera de papeleras o lugares destinados al efecto, ya que puede atraer a los animales salvajes.
- En los meses de invierno se recomienda regresar de cualquier ruta por el bosque antes de las 15:00 h. Además, durante el invierno algunos senderos pueden estar innundados o cubiertos de nieve.
- Es posible que te cruces con alces en la carretera, lo cual puede suponer un peligro. Hay que tener cuidado y nunca exceder el límite de velocidad, incluso reducirlo a 60-70 km/h por la noche. Si nos encontramos con alces u osos en la carretera, especialmente en el caso de hembras con sus crías, lo correcto es no salir del coche, respetar una distancia de seguridad y no acercarse a los animales.
Si ya están planeando tu visita a Algonquin Park espero que disfrutes mucho de tu estancia. ¿Ya has estado? ¿Cómo fue tu experiencia? ¡Deja tu comentario y nos lo cuentas!