Las largas distancias de Canadá convierten cualquier desplazamiento en coche entre capitales en toda una prueba de fuego para viajeros impacientes. Pero quienes disfruten con un buen paisaje de carretera y sepan apreciar el encanto de un roadtrip al estilo hollywoodiense, no encontrarán en estos viajes ninguna desventaja, más allá del tiempo extra que absorberán a sus vacaciones.
255 kilómetros separan la ciudad de Québec de Montréal por una cómoda pero aburrida autovía. Una alternativa más lenta, pero más pintoresca es Le Chemin du Roi (Camino del Rey), una ruta turística por una carretera secundaria que conecta varios pueblos de las regiones de Lanaudière, Maurice y Québec.
En el siglo XVIII, esta ruta era el camino más largo al norte de Río Grande. Se construyó para conectar Montreal con Québec en una época en la que no existía, hasta el momento, ninguna vía de conexión terrestre entre ambas ciudades. Como curiosidad, los responsables de su construcción se vanagloriaban de que, gracias a este camino, era posible desplazarse de Montreal a Québec en un tiempo de entre 4 a 6 días. (Tranquilos, ahora bastan 4 horas).
En la web oficial de la ruta puedes encontrar información de los cientos de establecimientos locales en los que hacer una parada para tomar un café, comer poutine, comprar pastelitos para llevar, adquirir artesanía… Además, puesto que la carretera discurre cerca del río San Lorenzo, encontrarás muchos puntos donde simplemente estirar las piernas y deleitarte con las vistas.
Mi consejo: si no te importa conducir y tienes tiempo de sobra, olvida la autovía y «pierde» un poco más de tiempo en el Chemin du Roi.